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Psicóloga de programa Triple P aconseja conversar con los hijos sobre el año escolar que terminó Familia y vacaciones

Psicóloga de programa Triple P aconseja conversar con los hijos sobre el año escolar que terminó

Las calificaciones son sólo una parte del proceso escolar que llegó a su fin, nuestros hijos también han aprendido nuevas habilidades sociales y emocionales. Es un buen momento para hacer un balance con ellos, además de planificar reglas básicas de las vacaciones para darles seguridad y evitar conflictos innecesarios.


¿Te acuerdas cuando comenzaste en marzo y no sabías multiplicar y ahora sí puedes? ¿Qué nuevas personas y amigos conociste? ¿Te acuerdas lo que te costaba hacer esto?, ¡ahora ya puedes! Estas son algunas de las frases con las cuales podemos comenzar a conversar con nuestros hijos sobre el año escolar que terminó.

“Es bueno hacer balances con los niños al finalizar un período. Nuestros hijos se han esforzado para que les vaya bien y tanto los papás como las mamás hemos cumplido un rol fundamental en ello. Por supuesto que podemos celebrarnos, pero es importante que valoremos SUS logros, ‘cómo LES fue’, no ‘cómo NOS fue’, además de sus esfuerzos y el proceso que significó. Las calificaciones finales son sólo una parte, nuestros hijos también han aprendido nuevas habilidades sociales, emocionales y han adquirido nuevos conocimientos. Además, esta instancia, da pie para ponerse nuevas metas para el próximo año: ‘¿Qué te gustaría mejorar el año que viene?’”, señala Francisca Puga, psicóloga y directora ejecutiva de Triple P Latinoamérica, experta en diseño e implementación de estrategias para la crianza positiva.

Triple P es un Programa de Parentabilidad Positiva (por ello su nombre, Triple P) que entrega a los padres ideas simples y concretas para mejorar la conducta de los hijos y la relación con ellos. ¿Cómo lo hace? A través de talleres grupales, sesiones individuales y charlas masivas –dirigidos por facilitadores–, los cuales se asignan a los padres según el nivel de dificultad del caso, ya que Triple P ofrece estrategias integrales “a la medida” de cada familia. Triple P tiene más de 30 años de trayectoria y es reconocida como una de las metodologías más efectivas para trabajar con padres, madres y cuidadores, y la que cuenta con el mayor respaldo científico, siendo utilizada en más de 25 países. Además, es uno de los dos únicos programas nombrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009) que posee la evidencia más contundente en prevención del maltrato infantil.

La profesional Puga detalla que esta revisión anual permite a los niños valorar sus esfuerzos y aprendizajes. Agrega que idealmente, antes de tener esta conversación, es importante reflexionar sobre qué es lo que estás destacando y valorando en tu hijo o hija. “¿Te importa sólo que aprendió a multiplicar, o también que aprendió a dividir y compartir sus cosas con los compañeros? ¿Él o ella recibe comentarios sólo por cómo escribe o lee, o también por cómo aprendió a mostrar su rabia de forma respetuosa con las otras personas? ¿Él o ella se da cuenta de que valoras esto tanto como los aprendizajes de “materias” escolares?”.

Por otra parte, la psicóloga aconseja que en este período en que comienzan las vacaciones, los padres se planifiquen para darles seguridad a los hijos, evitar conflictos innecesarios y la preocupación que causa el estar trabajando mientras ellos están en la casa. “Para esto, es importante que pensemos (puede ser con ellos) en lo siguiente:

Algunas reglas básicas: Qué se espera que haga cada uno en la casa, cuánto tiempo podrán ver televisión o estar en el computador, a quién deben avisar cuando salen para saber dónde están, etc.

Algunas actividades o materiales que los mantengan entretenidos, por supuesto que sin desmerecer los espacios de ocio no estructurados y la creatividad personal.

Estrategias para promover las buenas relaciones y conductas. Los padres solemos reaccionar solo cuando los hijos hacen algo mal. Recordemos que es importante prestarle atención a las cosas positivas, elogiar su buena actitud o conducta, demostrarles cariño y pasar tiempo de calidad con ellos.

Estrategias para cuando se produzcan malos comportamientos. En la medida que planifiquemos antes qué haremos cuando se produzca algún conflicto (por ejemplo, cuando no respeten alguna de las reglas o hayan muchas peleas en la casa), evitaremos las clásicas amenazas no cumplidas, insultos, castigos y agresiones y podremos aplicar consecuencias lógicas, que sean más ajustadas a la situación, inmediatas y permitan a los niños aprender lo que sí se espera de ellos”, puntualiza.

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