Opinión
En el Día del Trabajador se cumple un mes desde la puesta en marcha de la nueva ley de inclusión laboral para personas con discapacidad. Por este motivo celebramos que en el almuerzo brindado este lunes por el Presidente Sebastián Piñera y el Ministro del Trabajo hayamos podido incorporar a un trabajador de un reconocido banco con discapacidad auditiva.
Esta persona fue la única representante de esta comunidad históricamente invisibilizada, dando así el Gobierno una señal de mayor cercanía, apertura y compromiso con la discapacidad. Así todo, aún existen muchos aspectos urgentes de la ley que deben resolverse hoy, que es cuando la discapacidad está siendo discutida y generando interés en el sector privado. En estos seis meses las empresas deberán decidir y notificar si incorporarán o no a personas con discapacidad o si tomarán las medidas alternativas, lo cual estará influido por la claridad de la información disponible. Es necesario saber cómo serán los procedimientos para donar a fundaciones o qué porcentaje de personas con discapacidad deberán cumplir las empresas subcontratadas si es que toman las medidas subsidiarias y en el sector público advertir que las personas con discapacidad que asistieron a escuelas especiales no tendrán la misma homologación de cursos que las tradicionales y, por tanto, no podrán trabajar si no tienen el octavo básico como les exige la ley.
Todos estos aspectos marcarán la diferencia en la veracidad y el resultado de la inclusión laboral. El llamado es a hacernos cargo hoy; a mantener la colaboración trisectorial para adecuarnos al tamaño de esta ley y hacer así en seis meses una evaluación seria y próspera que nos permita avanzar en este desafío que se impuso Chile.
