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Directora Ejecutiva del Instituto de la Sordera hace un llamado a Gerardo Varela: «Tenemos jóvenes en cuarto medio y el ministerio todavía no reconoce nuestro proyecto» Pide que vengan a conocer el proyecto del colegio y que, además, les devuelvan la subvención para la enseñanza media

Directora Ejecutiva del Instituto de la Sordera hace un llamado a Gerardo Varela: «Tenemos jóvenes en cuarto medio y el ministerio todavía no reconoce nuestro proyecto»

Este año es clave para el futuro de la primera generación de egresados de cuarto medio del colegio Dr. Jorge Otte G. (cuyo sostenedor es el Instituto de la Sordera). ¿La razón? El ministerio de Educación todavía no reconoce el proyecto de educación media, dirigido a estudiantes sordos que aprenden en lengua de señas, que ha impulsado el establecimiento. Han sido ocho años de lucha, en los que las autoridades del colegio han peleado día a día para lograr que su proyecto, reconocido y premiado tanto nacional como internacionalmente, sea conocido, valorado y respetado por el mineduc. Por ahora, la principal preocupación de la directora del Instituto de la Sordera es que el Estado les devuelva la subvención destinada a los cursos de enseñanza media y que, lo antes posible, se reconozca el proyecto del colegio para que los jóvenes que egresan este año no se vean obligados a validar sus estudios en otra lengua que no sea la propia.


El colegio Dr. Jorge Otte G., cuyo sostenedor es el Instituto de la Sordera, está pasando por días difíciles.

A pesar de ser uno de los pocos colegios que, a nivel nacional, entrega educación de calidad a niños sordos en su propia lengua, el ministerio de Educación no les reconoce su proyecto de educación media.

Esto, en la práctica, significa que el colegio deja de percibir la subvención del Estado destinada a esos cursos.

Pero no solo eso. También pone en peligro el futuro académico de la primera generación de jóvenes sordos que, este año, egresan del colegio.

En otras palabras: si el proyecto de educación media no es reconocido por el ministerio, encabezado por Gerardo Varela, los estudiantes deberán validar sus estudios de otra manera (en una lengua que no es la suya) y se verá dificultado, como consecuencia, su ingreso a la educación superior.

En entrevista con El Mostrador, la directora del Instituto de la Sordera, Verónica de la Paz, explica cómo han sido los 8 años de lucha con el ministerio para lograr que se apruebe el proyecto de educación media; defiende la calidad y la innovación del proyecto del cual, según dice, son pioneros; argumenta por qué es necesario que los niños sordos aprendan las asignaturas en su propia lengua; y critica, en base a su propia experiencia, las enormes deficiencias del sistema de integración para estudiantes sordos en Chile.

-¿Por qué el colegio Jorge Otte, que tiene amplia trayectoria en educación para sordos, ha tenido que luchar por más de 8 años para validar su proyecto?

-Eso tiene varias causas. La respuesta que el ministerio nos ha dado es que, primero, nosotros como escuela especial nos regimos por el decreto 86 del año noventa, y ese decreto plantea que se puede impartir educación hasta sexto básico y que después los jóvenes tienen que ir a un taller laboral. Por lo tanto, este decreto no tiene contemplada la enseñanza media.

-Y es un decreto que, por lo demás, se remonta a la dictadura.

-Exacto. Y es un decreto que plantea los programas y la malla curricular. Cualquier cambio que uno haga tienen que hacerse en base a ese decreto.

-Volvamos al inicio de la lucha, al año 2010. ¿Qué requisitos te planteó el ministerio para validar el proyecto de educación media que imparte el colegio?

-En ese minuto me dijeron dos requisitos: tener planes y programas propios, que no los teníamos en ese momento; y teníamos que tener la infraestructura adecuada como liceo, no como escuela. Entonces, ahí nosotros empezamos a trabajar en eso, pero como no está contemplado dentro de las políticas del Estado chileno, nos pusieron todas las trabas habidas y por haber. Nos pasamos muchos años – tratando de presentar planes y programas propios y recién pudimos hacerlo el 2016.

-Cuando me hablas de trabas, ¿a qué te refieres en concreto?

Te doy un ejemplo: la seremi de Educación planteó el decretarse no competente para ver este tema y, de esa manera, pasamos al nivel central para que fuera ese nivel quien lo apoyara. Ahí, logramos la aprobación de nuestros planes y programas propios, en relación a la enseñanza media, en octubre del 2016, basados en la malla curricular nacional. Para nosotros es importante que nuestros estudiantes accedan al currículum regular igual que los otros niños. Y para que accedan a eso y tengan las mismas oportunidades, significa que tiene que ser en su lengua ¡si esa es la diferencia!

-Faltaba el segundo requisito…

-Así es, de modo que empezamos a buscar un local que fuera un liceo y que cumpliera con todos los requisitos que el ministerio nos pedía para poder tener, finalmente, esos dos puntos por los cuales no podíamos crear la educación media. Lo logramos. Cambiamos de local, arreglamos este colegio que estás viendo, lo dejamos hermoso y, en este momento, tenemos todo lo que se necesita para un liceo, de hecho este local funcionaba como liceo.

-¿Y qué pasó, qué truncó el proyecto de educación media?

-El tema es que a nosotros el ministerio no nos notificó a tiempo y tuvimos que apelar. La cosa es que recién pudimos presentar la solicitud de creación de la enseñanza media en diciembre del año pasado, cuando a mas tardar se tendría que haber hecho en junio, pero a mí no me notificaron que los planes y programas estaban aprobados. Todo el mundo se lavó las manos. Cuando reclamamos, finalmente, aceptaron y presentamos este tema con todo lo que nos pedían.

-¿Y a pesar de eso no aprobaron el proyecto?

-No, porque resulta que había un tercer requisito: para presentar un nuevo nivel de media, era porque en tu comuna no estaba cubierta la matrícula del sector o porque tu proyecto era innovador. Nosotros, entonces, postulamos porque nuestro proyecto es único e innovador, no solo en la comuna, sino que es innovador al menos en la Región Metropolitana. Y también a nivel nacional. Nosotros somos reconocidos en América Latina y en EE.UU. Hay muchos escritos frente a eso. No me vengan a decir que nuestro proyecto no es innovador.

-¿Eso significa que los rechazaron?

-Sí. Es insólito: nosotros, que partimos hace veinte años, y en este proyecto que debemos llevar alrededor de quince, dicen que no es innovador y nos rechazaron, y también nos rechazaron porque no tendríamos planes y programas propios.

-Pero sí presentaron sus respectivos programas…

-Tal cual. Nosotros presentamos todo, fundamentado, y eso se rechazó en febrero y nos avisaron que los cuatro cursos que nosotros tenemos hoy de educación media no los van a pagar, y que no estamos reconocidos y que, por lo tanto, no nos van a autorizar tener el nivel de educación media.

-¿Cuánta plata van a dejar de recibir?

-Durante este año, dejaríamos de percibir 4 millones y medio, por concepto de atención a nuestros estudiantes. Eso significa que nosotros no tenemos cómo terminar el año con este proyecto educativo porque nosotros, hasta el año pasado, con lo que subvenciones a nosotros nos entrega, solo pagamos los sueldos de la gente que trabaja acá. Eso tiene que quedar muy claro. Este es un proyecto muy caro, porque tiene muchos profesionales trabajando acá y los cursos son, máximo, ocho alumnos por curso, ¡porque son niños visuales! Tú no puedes tener a tantos. Imagínate que ahora, para sueldos, ni siquiera nos alcanzará.

-¿Y qué va a pasar con esa generación de jóvenes de cuarto medio que egresan este año y que, probablemente, tengan planes de continuar sus estudios superiores? ¿Qué pasa con ellos si no reconocen los estudios que realizaron en este colegio?

-Esos jóvenes van a requerir que sean validados sus estudios, ¿y cuál es el problema de la validación? Como no está reconocido el tema de la lengua de señas, a pesar de que es una lengua oficial en este país, lo más probable es que a ellos se les obligue a hacer pruebas, así como nos obligan a hacer simce, en lengua escrita, es decir, les van a obligar a dar sus pruebas en lengua escrita, que es segunda lengua, ¡no los van a evaluar en lengua de señas! Entonces no sé lo que va a pasar; lo que creo es que vamos a tener que pelearla, para que puedan tener intérprete, para que puedan ser evaluados en su lengua, porque además, si no los validan, significa que no pueden continuar estudios superiores. . Estos son jóvenes inteligentes, que se la pueden, que tienen familias detrás de ellos, tenemos que ofrecerles una buena oportunidad.

-No todos los jóvenes sordos estudian en colegios como este. En tu experiencia como profesora, ¿cuál es la proyección de un sordo que se integra en colegios regulares?

-Actualmente lo que ocurre es que son muchos los jóvenes que al terminar el cuarto medio, egresan sin saber leer ni escribir debido a que se  integran sin ser reconocidos como jóvenes pertenecientes a una cultura diferente a la del oyente producto de que son personas visuales y que requieren adaptaciones visuales para acceder al curriculum. Esto lleva a que egresan con muy pocas estrategias para continuar estudios superiores y al parecer esto no le importa a nadie.

-¿Cómo justificas esa tesis?

-Hace dos años, recorrí las escuelas donde estaban los sordos integrados en escuelas regulares, desde Punta Arenas hasta Arica. Fueron poco más de cien escuelas. Cada encuentro yo les pregunté a los docentes con qué nivel académico egresaban los jóvenes sordos y con qué nivel de escritura: todos me dijeron que están saliendo analfabetos funcionales. Yo les pregunté cómo pueden estar egresando sin saber leer ni escribir, y la respuesta era ‘¿cómo los vamos hacer repetir? Entonces tú dices qué horror, ¿eso es lo que les estamos ofreciendo? ¿eso es igualdad de oportunidades? ¿eso es inclusión? Le digo a cualquiera: vengan a esta escuela, evalúen a nuestros jóvenes en lengua de señas y demuéstrenme que no saben química, física, que no saben biología, etc.

-Es decir, un sordo que se integra va a calentar el asiento…

-A ver, la lengua escrita es una segunda lengua para la persona sorda. Es un tema complejo, difícil para los sordos. Es como si a nosotros nos evaluaran en árabe o en japonés. Es como si yo tuviera que dar una prueba de ciencia en japonés. Cuando entiendo que el otro es visual, que le quiero dar igualdad de oportunidades, esa igualdad pasa por que yo elimine la barrera del acceso a la información. Esto incluye el derecho a educarse en su propia lengua, la lengua de señas.

-El ministerio, al menos, ¿ha venido a conocer su proyecto educativo?

-Aquí jamás ha venido nadie del ministerio a evaluar lo pedagógico. Nunca. No nos pueden decir que no estamos preparando a los jóvenes, porque no nos conocen, no han visto el mundo de diferencia que nosotros ofrecemos. Yo creo que todos los jovenes del cuarto medio puede continuar sus estudios superiores, como cualquier otro joven de este país. Los preparamos para eso. Si es una alternativa, ¿por qué la niegan?

-¿Cuáles son las fortalezas de la educación que ofrecen en el Jorge Otte?

-Este proyecto, que se llama intercultural bilingüe, parte de la base de reconocer que la persona es sorda, que no está enferma, sino que es una persona que es diferente al oyente, y es diferente porque es un ser visual, accede a la información y se relaciona con el  mundo desde lo visual. Considerando esa característica nuestros estudiantes acceden al curricular regular a través de la lengua de señas. Tenemos altas expectativas para ellos y los preparamos para que logren sus sueños y sean parte de esta sociedad a la que todos pertenecemos.

Por otro lado en lo tecnológico, somos líderes. Tenemos la última tecnología para favorecer el proceso de enseñanza que cualquier colegio la quisiera. Hemos ganado varios proyectos para implementar nuestras aulas. La empresa Samsung, acaba de instalarnos internet rápido en todas las salas.

-Al ser visual, además, tiene una cultura que le es propia…

-Y dentro de esa cultura, uno de los elementos es la lengua de señas. Considerando estas características del ser sordo, nace este proyecto en donde la idea es que accedan al currículo regular y a las mejores oportunidades del ámbito educativo, pero desde su diferencia. Ahora, en esa diferencia, los sordos son, en un 95% de los casos, hijos de padres oyentes, por lo tanto estar en contacto con adultos sordos es fundamental para el desarrollo de su cultura.

-Aquí muchos profesores son sordos.

-Claro, y por eso es intercultural. Aquí trabajan personas sordas y oyentes, en el mismo estatus. Los adultos sordos son los responsables de transmitir su cultura y su lengua. Y es bilingüe porque la primera lengua es la de señas, y la segunda es la lengua escrita en español.

-Volviendo al tema de la inclusión, tu visión es particularmente crítica…

-Yo creo que la inclusión está mal entendida, al igual que la ley de inclusión. Creo que la inclusión pasa por reconocer y aceptar la diferencia como un valor que nos enriquece a todos. No es un favor que le hago al diferente a mi. Yo también soy diferente, todos somos diferentes. Esto significa que le ofrezco a todos las mismas oportunidades para surgir y aprender, pero esta igualdad  requiere considerar que tenemos diferencias. En el caso del sordo “igualdad de oportunidades” debe significar el enseñar considerando su característica de ser visual.

-¿Las escuelas para sordos se han ido cerrando?

-Hasta hace algunos años en Chile habían  escuelas para sordos desde Antofagasta hasta Puerto Montt, pero hoy la última en el norte es en La Serena y la última en el sur es en Temuco, habiéndose cerrado ya la de Talca y la de Curicó. Creo que quedan siete. Uno cuando ve todas las trabas a las que están expuestas las escuelas especiales y, por otra parte, el discurso que hay hacia la escuela regular y hacia la inclusión, la conclusión es que, en definitiva, las están cerrando y están desapareciendo las escuelas especiales para sordos. Desde el ministerio nos han dicho que somos segregacionistas, , porque supuestamente queríamos tener a los sordos en esta burbuja especial. Y yo les puedo decir que nosotros somos la escuela más inclusiva que hay en relación al tema de los sordos.

-¿Qué esperan del ministerio y, en concreto, del ministro Gerardo Varela?

-Que nos puedan atender y que nos escuchen. Quisiera que se dieran el tiempo de venir, de conocernos, de conocer el proyecto y lo que aquí se hace, antes de seguir rechazándonos. Que Gerardo Varela venga, sería maravilloso. En el gobierno anterior, la subsecretaria Quiroga conocía nuestro proyecto, y ella se suponía que nos apoyaba; Gonzalo Muñoz, que era de la dirección general, también nos conocía, pero no logramos el reconocimeinto.Yo lo que quisiera es que nos dieran la oportunidad y si dicen “ok ustedes no están egresando estudiantes con las competencias que requiere un estudiante cuando egresa de cuarto medio”, bueno, en ese caso, cierren la escuela, pero todavia eso nadie lo evalúa.

-Este vendría a ser un año crítico para el colegio, ya que egresaría la primera generación de jóvenes de cuarto medio.

-Sí. A mi me angustia porque tenemos jóvenes que están, como dices, en cuarto medio y resulta que todavía no tenemos reconocimiento de los estudios que les hemos dado. Hay un compromiso con ellos y con sus familias. Esos jóvenes no pueden quedar a la deriva de nada. No sé cómo va a hacer el tema de la validación, no lo sé. Me angustia y me da pena que después de tantos años las autoridades no logren entender la relevancia que tiene para el sordo un proyecto como este. Aquí viene gente de todas partes del mundo, y les llama mucho la atención lo que hacemos. Hemos recibido muchos premios. Pertenecemos a la red de escuelas líderes que trabajan en vulnerabilidad y nos reconoce todo el mundo menos el ministerio de Educación.

-Si el Estado los deja de subvencionar, ¿el proyecto podría acabar?

-Esta escuela es gratuita, los niños vienen de sectores vulnerables. Si el Estado nos deja de subvencionar, ¿cómo vamos a seguir con un proyecto así?

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