Opinión
“¿Qué quieren los millennials?” Cuántas veces hemos escuchado esta pregunta para referirnos al particular comportamiento de esta generación sin que tenga mayores repercusiones que una conversación de pasillo. Pero cuando esta misma duda aparece en los pensamientos del Gerente de Personas o Recursos Humanos, el problema se transforma en una preocupación a nivel corporativo.
Las consultoras de reclutamiento lo tienen bastante claro. Saben que las mujeres y hombres nacidos en esta especial generación tienen una perspectiva única sobre el empleo. Están muy comprometidos con mejorar el mundo y trabajar en empresas que comparten sus valores, por lo que están dispuestos a aceptar incluso menos dinero en la oferta de un puesto si es que la organización promueve un comportamiento responsable con la sociedad y el medio ambiente.
Para muchos de ellos, los problemas del cambio climático, el hambre y la educación deben abordarse lo antes posible y es una tarea de todos. Según el Millennial Impact Report, desarrollado por Achieve by The Case Foundation y dado a conocer por Forbes, son personas con un gran interés en la filantropía.
Entonces, la pregunta que surge inmediatamente a continuación es “¿cómo atraigo y, sobre todo, retengo a los mejores talentos millennials?” Especialmente si pensamos que para el 2020 se espera que la mitad de la fuerza laboral esté compuesta por esta generación y que para 2025 este número aumente a 75%, de acuerdo con un estudio de CenturyLink.
Una propuesta: los programas de voluntariado corporativo pueden convertirse en una eficaz y noble herramienta de fidelización hacia los colaboradores de la empresa, puesto que les otorga la oportunidad de destinar parte de su tiempo laboral para el desarrollo de programas sociales, basado en sus habilidades y conocimientos profesionales.
Un estudio de Price Waterhouse Coopers, de 2016, señala que un 88% de los millennials prefiere compañías con programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), mientras que el 86% considera irse si la RSE de su empleador no cumple con sus expectativas. Más aún, la encuesta Volunteer IMPACT 2017, de Deloitte, establece que un 61% de ellos dice que un programa de voluntariado sería un factor de elección entre dos potenciales puestos de trabajo en la misma ubicación, responsabilidades, salario y beneficios.
Esto nos hace comprender por qué las compañías cada vez más están poniendo en marcha planes de voluntariado corporativo como foco importante de su gestión de personas. No solo permiten entregar valor a las comunidades participantes, sino que son además una excelente vía para desarrollar programas de reclutamiento, retención y desarrollo de habilidades enfocados a la generación millennial.
Retienen talento e incrementan el orgullo de pertenencia, así como el compromiso del empleado. Al mismo tiempo, impulsan en sus colaboradores altos niveles de relacionamiento y confianza con sus grupos de interés o stakeholders.
En más de alguna oportunidad he comentado lo individualista que podemos llegar a ser. Precisamente, éstas son instancias para que desarrollemos el sentido de comunidad desde nuestro quehacer laboral. Podemos desarrollar los valores de solidaridad y empatía, así como el compromiso cívico, el respeto a la diversidad y cooperación por un bien común. Es un gran desafío para las compañías chilenas, a las que invito a sumarse a este movimiento mundial.
“Millennial, te entendemos y te queremos con nosotros”. Que mejor respuesta sería esta a la pregunta que planteamos al inicio.
