Sustentabilidad
El Colegio Puelmapu de Peñalolén recibió paneles solares gracias a las utilidades generadas por innovador modelo de negocios.
La Virtud de Reciclar fue la iniciativa que se impuso en el Premio Nacional de Medio Ambiente, Recyclápolis 2017. Con una convocatoria inédita del total de participantes, la empresa Comberplast fue quien presentó el proyecto que triunfó en la categoría Tierra.
La iniciativa triunfadora es pionera en el mundo, al ser la primera que se hace cargo de los desechos plásticos domiciliarios e industrializado su reciclaje y recuperando la materia prima, para volver a ponerlos en el mercado en la forma de productos revalorizados y competitivos, que cierran el loop recuperación-reciclaje-revalorización; modelo base de la Economía Circular. En paralelo, las utilidades generadas se convierten en proyectos sociales ejecutados junto a la comunidad.
El primer beneficiado fue la escuela Puelmapu de Peñalolén, establecimiento educacional con un 78% de índice de vulnerabilidad. El establecimiento recibió 12 paneles solares, un ejemplo concreto de cómo se cierra el círculo en el que residuos son transformados en recursos.
“La Virtud de Reciclar permite derribar el mito que existe en torno al destino final de los residuos, viabilizando el reciclaje como fuente de obtención de materias primas y el resultado virtuoso que un proceso de producción cerrado puede generar en términos sociales y ambientales”, afirmó Michel Compagnon, gerente comercial de Comberplast.
Finalmente, La Virtud de Reciclar es un proyecto sustentable y sostenible económicamente, lo que comprueba que no se contrapone la forma de hacer negocios y colaborar en mejorar el mundo.
