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Mark Zuckerberg y los riesgos de la transmisión en vivo Tecnología

Mark Zuckerberg y los riesgos de la transmisión en vivo

Es imposible evitar la humillación en los medios sociales, aun cuando eres el famoso Mark Zuckerberg.


Por Leslie Hook*

Si quieres disfrutar de una deliciosa barbacoa de verano, Mark Zuckerberg tiene varios consejos para ti. Primero, caza lo que comes. Segundo, usa el ahumador más caro que puedas. Tercero, si estás preparando costillas, vierte una lata de Coca Cola sobre la carne después de tres horas. Cuarto, transmite este proceso a través del Internet, preferiblemente en Facebook.

Recientemente Zuckerberg siguió todos estos pasos un domingo por la tarde, cocinando costillas y falda de res mientras se filmaba a sí mismo y contestaba preguntas de los usuarios de Facebook. La sesión dura poco más de una hora y media; sin duda el fundador multimillonario está muy orgulloso de la plataforma que ha creado.

“Ésta es una de las cosas divertidas de la tecnología hoy en día, puedo estar cocinando a la parrilla en mi jardín… y puedo hablar con personas alrededor del mundo”, dice el Sr. Zuckerberg conforme el vídeo muestra la parrilla y el ahumador humeantes en medio de los majestuosos árboles secoya que lo rodean.

Pero casi inmediatamente, la tecnología comienza a obstaculizar el proceso de cocinar. Zuckerberg necesita reiniciar su conexión porque el termómetro de su ahumador, que está conectado a su teléfono por Bluetooth, está interrumpiendo la transmisión en vivo.

Una vez que sí comienza, el resultado es un poco forzado e incómodo. “Ésta es una actividad muy divertida para el fin de semana”, nos dice, mirando a la cámara. “Es mi pasatiempo preferido, pasar el día con mi familia”, añade, aunque no hay ni un familiar a su alrededor.

Cuando finalmente aparece su familia, las cosas no se mejoran. Su esposa, Priscilla Chan, quien está muy embarazada, camina a través de la pantalla, pero establece claramente que no está de humor para acercarse y saludar a la audiencia en línea. Zuckerberg le suplica más de una vez: ¿“Estás segura de que no quieres participar?”

Sus intercambios resultan incómodos para todos los videntes. Pero el vídeo sí nos muestra varias lecciones interesantes sobre el género de la transmisión en vivo, un formato que Facebook está impulsando entre sus usuarios.

En primer lugar, es imposible evitar la humillación en los medios de comunicación social, incluso para alguien tan rico y famoso como Zuckerberg. Esto es sorprendente, porque Zuckerberg en realidad tiene un equipo de personas que se dedica a eliminar los comentarios ofensivos de su página y a mantener su tono optimista e higiénico. Pero incluso ellos no pueden hacer nada para aliviar la incomodidad que sentimos en el momento en que Zuckerberg invita al vecino Mike Schroepfer, director de tecnología de Facebook, a comer con ellos. Schroepfer declina la invitación. «Ojalá… parece increíble pero tengo que prepararme para la semana de trabajo. ¡En algún momento pronto lo haremos!”, escribe en Facebook. ¡Qué manera de desdeñar al jefe!

Más tarde, Elon Musk, el fundador de Tesla, comenzó a enviar algunos mensajes en Twitter, desacreditando algunos de los comentarios que hizo Zuckerberg durante la transmisión en vivo, especialmente con respecto a la inteligencia artificial. “Yo he hablado con Mark sobre este tema. Su conocimiento del tema es limitado”, tuiteó Musk. Este intercambio es el equivalente de un duelo en Silicon Valley y el conflicto irrumpió en el universo de Twitter durante un día conforme varios expertos de IA dieron sus opiniones.

La segunda lección es que la transmisión en vivo realmente no es muy conducente a una buena barbacoa. A Zuckerberg le importa mucho su carne; ésta es la segunda vez que ha realizado una transmisión en vivo de una de sus barbacoas. Pero al tener que responder a todas las preguntas de su audiencia en línea — el vídeo tuvo más de 250,000 comentarios — se pasó tanto tiempo hablando sobre las costillas y la falda que dejó de ponerles atención. Su esposa tuvo que señalarle que las parrillas no estaban en la temperatura apropiada. Más tarde, Zuckerberg intentó mostrarle a su audiencia el resultado de sus esfuerzos, pero cuando abrió la tapa de la parilla, el jardín se llenó de humo, mientras que su esposa trataba de abanicarlo de su cara.

La última lección es que la transmisión en vivo sí tiene una buena cualidad: revela lo bueno junto con lo malo. A veces esto puede ser muy malo; Facebook ha tenido que lidiar con la transmisión de actos violentos y hasta de homicidios por parte de sus usuarios. Más a menudo, los resultados simplemente son aburridos. Pero la cámara no miente. En el caso de Zuckerberg, es fascinante y un poco extraño ver esta versión espontánea de su personalidad, aunque el resultado final es que las costillas no salieron bien.

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