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Los retos de la Escuela Corpaliv para lograr la inclusión Inclusión

Los retos de la Escuela Corpaliv para lograr la inclusión

Para Teresa Barrientos, directora de la Escuela Jan Van Dijk de Corpaliv ha habido un cambio muy importante en la inclusión en Chile. Aun así, no es suficiente y hay camino por recorrer. Sin embargo, la escuela que lidera promete un cambio significativo a acoger y educar a niños y jóvenes ciegos con retos múltiples.


En el año 1992, un grupo de padres y amigos se reunieron para formar Corpaliv. Así nacía una corporación sin fines de lucro que acogería, orientaría y acompañaría a padres con hijos con discapacidades visuales. Junto a un grupo de profesionales, este grupo incursionó en un campo que buscaba generar mayor desarrollo y oportunidades a niños con discapacidad.

Teresa Barrientos, educadora diferencial, era una de ellos -que después de un periodo de ausencia- desde 2011 ejerce como directora de la Escuela Jan Van Dijk. Un centro educacional que se dedica a acoger a niños y jóvenes ciegos con retos múltiples y que opera bajo la modalidad de gratuidad para sus alumnos.

Barrientos, al igual que muchos, ha sido testigo de los cambios en términos inclusivos en primera persona. “Yo siento que ha habido un cambio muy importante en los últimos 20 años en que se han abierto muchísimas posibilidades para todas las personas. Desde muchos aspectos se dan posibilidades para estos alumnos que es súper importante, cambios para los alumnos y para los padres que ven otro futuro para sus hijos pero creo que todavía estamos todos muy entrapados en cosas burocráticas”, comenta. Sin embargo, el sistema en el que se opera vuelve perjudicial el desarrollo completo de los niños, al menos, así lo entiende Barrientos.  “De pronto, chicos que están incluidos en liceo y educación básica pasan periodos largos en que no tienen el apoyo del profesional necesario porque ellos están llenando papeles, documentos que se nos exige a todos para decir que estamos haciendo inclusión, pero es verdad que eso se puede necesitar pero lo que más se necesita es que el alumno desde el primer día que entró al colegio tenga la asesoría, el apoyo, las adecuaciones para que él pueda trabajar en la par de sus compañeros”, señala.

La escuela, hoy, atiende a 38 alumnos y cuenta con un equipo docente multidisciplinario, el cual lo lidera Barrientos junto a 4 profesores y 3 asistentes. “Nuestro enfoque está muy orientado a lograr un nivel de comunicación importante en los alumnos, porque han sido niños con problemas importantes en el parto, niños que tienen bastante dificultades, entonces un aspecto muy importante a desarrollar  es la comunicación que es básica para las personas. Porque cuando los chicos tiene dificultades importantes en su desarrollo el medio tiende a no dejarlos hacer mucho para que no sufran, entonces lo toman, lo visten, le dan de comer pero se olvidan que ese niño, que tiene parálisis cerebral por ejemplo, también puede comprender como se desarrolla su día , tener rutinas, hacerlo elegir porque es una personita y porque todos desde que abrimos los ojos estamos decidiendo que hacer», dice Barrientos.

Para ellos, la escuela tiene 6 cursos a los que los mayores de seis años atienden en la mañana y los menores de seis años en la tarde. Además, en cada sala cuenta con un profesor y un asistente, y como parte importante del proceso su equipo de kinesiólogos, psicólogos y terapeutas ocupacionales brinda apoyo no solo al alumno si no a los padres también.

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